IN MEMORIAM
Nos
estamos acercando a una fecha significativa, El día de
Todos los Santos.
Recuerdo
hace años, a mi madre diciéndome que tenia que llevarla a su pueblo,
al cementerio, Uf otra vez, que fastidio, y por partida doble, mi padre
tenia sus muertos en un pueblo y mi madre en otro, era una jornada maratoniana,
Primero un pueblo, un cementerio, saludar y besar a una multitud
de tías y primas que apenas conocía, visita al cementerio, a
rebosar de flores y de ese olor característico que no me
gustaba nada, acabados todos los ceremoniales, mas de lo mismo en el otro
pueblo. Que manía tenían todos los mayores en honrar a sus
muertos el mismo día, con los días que tiene el año,
un día que a mi me viniera bien, por ejemplo.
Temía todos los años el recordatorio de mi madre, a
primeros de Octubre (con tiempo) me advertía de la consabida cita en los
Camposantos.
Ahora
han pasado unos cuantos años, mi madre y mi padre ya no están, no
tengo que llevarlos a ningún pueblo,
a ningún cementerio, nada ni nadie me obliga a ir... Pero ahora yo
quiero ir, necesito estar allí en todas las fechas señaladas,
necesito ir a ver a
mi madre, al cementerio de su pueblo donde reposando se que espera mi visita
el día de su Santo, que le llevo su maceta preferida en verano,
el Domingo de Ramos, que le llevo una palma blanca... Y por supuesto necesito
ir por estas fechas, encargo con mimo las flores que adornaran su tumba,
sencillas como era ella.
Como antaño, también la visita es doble, las
cenizas de mi padre están esparcidas por las ruinas de la
casa donde el nació y creció, a caballo entre la aldea
y la Sierra que la rodea, a pocos km del pueblo de mi madre, ese era su deseo
y así lo respetamos, allí nos dirigimos en un
intento de encontrar la casa que cada año es mas difícil, no
obstante yo me guarde un puñadito muy pequeño de sus cenizas, y lo tengo
siempre en casa, conmigo, junto con su foto, y por estas fechas le pongo unas
flores.
Como
han pasado los años
Como cambiaron las cosas... como dice la balada.
Pero seguimos haciendo lo mismo que hacían nuestros
padres, ahora yo quedo con mis primas por wassap, podemos encargar las flores
por internet. Pero los sentimientos son los mismos, esos afortunadamente no
cambian, nuestros seres queridos, los que ya no están, los huecos que hay
en la mesa en la cena de Nochebuena, a ellos necesitamos sentirles cerca
siempre, en cada momento, en cada acontecimiento de nuestras vidas.
Pero a los que los tenemos lejos, nos viene bien una fecha en
el calendario, para reencontrarnos con nuestras raíces, con nuestro
pueblo, con nuestros familiares.
VA POR ELLOS.
Ana
Magenta