
Los chicos del barrio tomaron la iniciativa, rara vez ocurre, casi siempre somos las mujeres las que vamos por delante, sobre todo cuando se trata de reuniones, comidas, fiestas etc nadie nos lleva la delantera, en este caso si, fueron los hombres de nuestro barrio los que decidieron que estaría bien juntarse todos los niños que fueron a nuestro colegio allá por los años 60, tengo entendido que la "quedada" fue bastante bien, lograron reunirse un buen puñado de sesentones alrededor de la mesa de un Restaurante no muy alejado de la zona.
Las mujeres tomamos nota del asunto, ellos eran los primeros pero la nuestra seria mas y mejor.
Inmediatamente unas cuantas "chicas" cuyos maridos se denominaban "chicos del barrio" empezaron a trabajar poniendo en marcha toda un red de mujeres en forma de grupo de WhatsApp, el grupo creció y creció, fue entrañable, nos presentábamos diciendo nuestro nombre, la calle donde vivíamos de quien eramos hijas, que apodo tenían nuestros padres... todo tipo de datos para que las demás nos identificaran, poníamos fotos actuales y de la época, fotos en grupo del colegio, fotos individuales con el mapa de España de fondo, diciendo cual era nuestra maestra (dato mas que suficiente pues solo había dos maestras, Doña Magdalena y Doña Pepita) después fueron fotos de adolescentes en salidas al campo, contando anécdotas de aquellas salidas, mas adelante a alguna se le ocurrió poner una foto y un recordatorio de la Primera Comunión, por supuesto en La Sagrada Familia, la Parroquia de nuestro barrio, todas nos pusimos a revolver entre los cajones y desempolvar la foto y el recordatorio de nuestra Comunión, así con todo lo que se nos ocurría de la época.
La neblina de los años había difuminado las caras de esas niñas del colegio, del barrio, algunas llevaban mucho tiempo viviendo lejos, en otros barrios, incluso en otras ciudades, creo recordar de alguna que vivía en otro país, pero resultaba enternecedor tropezarnos por la calle y comenzar a reconocernos a identificarnos, como si una red invisible nos uniera, una claro ejemplo de Sororidad (Alianza entre mujeres basada en la Solidaridad, Confianza y Fidelidad).
Se acercaba el momento del reencuentro, de la gran comida, decidimos ponernos un cartelito con nuestro nombre para poder identificarnos, flotaba en el ambiente el temor de no reconocer y que no nos reconocieran, no fue así, para nada, de las 74 mujeres que nos juntamos a muy pocas no supimos identificar, a muy pocas, después de los abrazos y los reconocimientos llego el momento de la comida y por supuesto de las fotografías como mudos testigos de nuestro reencuentro.
El día de la comida fue bonito entrañable, la culminación de semanas de trabajo por parte de la organizador@, a ella toda nuestra gratitud, esto no habría sido posible sin una o varias personas detrás, pero tengo que decir que donde se gesto todo, donde empezamos a sentirnos unidas e ilusionadas, donde se tejió la red que ya no debemos romper fue semanas antes en el grupo de WhatsApp, por una vez las redes sociales sirvieron para unirnos, para reencontrarnos.
Yo personalmente percibí mucha y muy buena energía en todas nosotras, muy buenas vibraciones, mucho potencial, no podemos perder esto, debemos seguir cultivándolo, somos unas privilegiadas y nuestro barrio también.
Por todas las Chicas del Barrio, las que fuimos y las que no, las que están y las que no están. Va por ellas.
Ana Vidal, 5 de Diciembre del 2018
Me encanta Ana !! No lo podías haber descrito mejor 🥰👏👌
ResponderEliminarBravo Ana!!!
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