CARTA ABIERTA AL COVID
He necesitado tomar un poco de tiempo, poderme distanciar de los acontecimientos aunque solo sean unos días para poder escribir mi experiencia contigo pequeño covi.
Mi hija mayor en la recta final de su embarazo decide junto a su pareja venir a dar a luz a Elche, quería estar con nosotros, sus padres y hermanas, "Hacer Tribu" como ella dice, quería estar apoyada y ayudada por toda su familia y dar a luz en el mismo Paritorio que la vio nacer a ella.
Pasamos un mes de Julio en la playa, felices, entre baños y siestas hacíamos elucubraciones sobre el día del parto, el primer día en casa, nos preparábamos para cuando tuviéramos a nuestro bebé en brazos, imaginando como podría ser...
El 5 de Agosto nació Júlia, el 7 nos fuimos a casa, comenzaba la aventura, con ilusión, un poco de prudencia y mucha precaución contigo, pequeño covi
el día 15 ya habías tomado nuestra casa, hiciste pleno, no te conformaste con menos, nos contagiaste a todos menos la pequeña Júlia.
Han sido unas semanas muy duras, durísimas, nos tuvimos que separar, mi marido y yo nos fuimos a una casa, mi hija, mi nieta y mi yerno se quedaron en la que iba a ser nuestro cuartel general hasta septiembre.
Mis otras dos hijas milagrosamente escaparon de tus garras. Y tomaron el mando de la situación, fueron nuestro apoyo, nuestro contacto de emergencia, quienes nos surtían de todo lo que pudiéramos necesitar, a veces he pensado en darte las gracias por ser benevolente con ellas.
Lo que iba a ser un aislamiento de 10 días, se convirtió en tres semanas, la primera semana, enfermos, con fiebre, tos, dolores musculares, dolores de cabeza, pasados los primeros 10 días, fueron remitiendo los síntomas, cada uno a nuestro ritmo, a todos no nos metiste la misma carga viral.
He estado muy enfadada contigo, he estado enferma, he llorado de impotencia.
Siento que me has robado tres semanas de mi vida, y no tres semanas cualquiera, no, tres semanas de disfrutar de mi nieta, de mecerla, bañarla, vestirla, cantarle nanas, de cuidar a mi hija en su puerperio, ayudarle en la lactancia, apoyar a mi yerno en todo lo que necesitara, semanas que no las recuperaré, porque cuando la vuelva a ver ya no será una recién nacida, será un bebé de dos o tres meses.
Yo habría negociado contigo, te habría permitido entrar en mi casa otro mes pero has jugado a traición, lo has hecho cuando mas daño podrías hacernos, cuando mas nos dolería. Pero soy una persona agradecida y reconozco que podías haberte ensañado mucho más con nosotros, ahora estamos todos bien, solo nos queda la rabia y la frustración por el tiempo perdido.
Llevaba 9 meses preparándome para estas semanas, el mes de Agosto iba a ser inolvidable por la felicidad que da tener un nuevo miembro de la familia en casa.
Será siempre inolvidable porque cada año celebraremos el cumpleaños de Júlia.
Y DE TI NO NOS ACORDAREMOS NUNCA.
Ana Vidal 11 de Septiembre 2021
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