REIKI, es una palabra sánscrita que significa REI, energía universal y KI, energía vital.
Aunque esta práctica de canalizar energía tiene mas de 3000 años de antigüedad, cayó casi en el olvido y fue rescatada en 1922 por el budista japonés Mikao Usui al que se le considera primer maestro reiki.
El reiki se basa en la canalización a través de nuestras manos de lo que los reikistas denominan Energía Vital Universal, una poderosa fuente de vibración que está fuera hacia uno mismo o hacia otras personas para curar enfermedades físicas o sanar emociones.
Cuando nos duele algo, la cabeza, el estómago etc, de forma natural nos llevamos las manos a ese lugar como si el simple contacto nos aliviara el dolor, estamos aplicando sin darnos cuenta el fundamento del reiki.
Esta terapia milenaria tiene cada vez más adeptos en Europa, incluso la medicina convencional siempre escéptica ante este tipo de técnicas ya esta empezando a introducirla en los hospitales.
Al igual que la acupuntura o el shiatsu, esta técnica parte de una tesis muy sencilla, que el ser humano es todo energía, cuando la energía se bloquea por cualquier circunstancia es cuando se produce la enfermedad, la imposición de manos sirve para disolver ese nudo y que la energía fluya.
Pero reiki no es solo eso, reiki es mucho más, es un método de crecimiento personal basado en la meditación, la respiración, el ejercicio físico suave y moderado (a ser posible en contacto con la naturaleza) junto a unos hábitos de vida saludable.
Cualquiera puede practicarlo o recibirlo, no es un don especial reservado a unos privilegiados, sino una técnica que aprender.
Cuando yo pensaba que no podría seguir con mi vida laboral, cuando la practica de muchas cosas la tuve que limitar por una incapacidad en mi brazo derecho pensé que era el momento de reinventarse, de llenar el tiempo que me dejaba libre todas las cosas que no podía hacer, en ese momento me ofrecieron iniciarme en la practica reiki e inmediatamente supe que tenia que hacerlo, que era la mio, no solo me inicie si no que hice todos los niveles, hoy puedo decir que soy una reikista que disfruta poniéndolo en practica, conmigo y con los demás, puedo decir que me ha cambiado la vida, solo siento no tener mas tiempo para ofrecer reiki a quien lo necesite.
Ana Magenta, Noviembre 2017
El reiki se basa en la canalización a través de nuestras manos de lo que los reikistas denominan Energía Vital Universal, una poderosa fuente de vibración que está fuera hacia uno mismo o hacia otras personas para curar enfermedades físicas o sanar emociones.
Cuando nos duele algo, la cabeza, el estómago etc, de forma natural nos llevamos las manos a ese lugar como si el simple contacto nos aliviara el dolor, estamos aplicando sin darnos cuenta el fundamento del reiki.
Esta terapia milenaria tiene cada vez más adeptos en Europa, incluso la medicina convencional siempre escéptica ante este tipo de técnicas ya esta empezando a introducirla en los hospitales.
Al igual que la acupuntura o el shiatsu, esta técnica parte de una tesis muy sencilla, que el ser humano es todo energía, cuando la energía se bloquea por cualquier circunstancia es cuando se produce la enfermedad, la imposición de manos sirve para disolver ese nudo y que la energía fluya.
Pero reiki no es solo eso, reiki es mucho más, es un método de crecimiento personal basado en la meditación, la respiración, el ejercicio físico suave y moderado (a ser posible en contacto con la naturaleza) junto a unos hábitos de vida saludable.
Cualquiera puede practicarlo o recibirlo, no es un don especial reservado a unos privilegiados, sino una técnica que aprender.
Cuando yo pensaba que no podría seguir con mi vida laboral, cuando la practica de muchas cosas la tuve que limitar por una incapacidad en mi brazo derecho pensé que era el momento de reinventarse, de llenar el tiempo que me dejaba libre todas las cosas que no podía hacer, en ese momento me ofrecieron iniciarme en la practica reiki e inmediatamente supe que tenia que hacerlo, que era la mio, no solo me inicie si no que hice todos los niveles, hoy puedo decir que soy una reikista que disfruta poniéndolo en practica, conmigo y con los demás, puedo decir que me ha cambiado la vida, solo siento no tener mas tiempo para ofrecer reiki a quien lo necesite.
Ana Magenta, Noviembre 2017