SUEÑOS. . . rotos

un sueño roto

 Querido diario:

                   

 . . . temprano madrugó la madrugada, temprano están tus planes rodando por el suelo, un tropezón brutal te ha derribado,que ha dado con tus sueños y tus huesos en el suelo, te ha roto en cien pedazos y a quebrado tus alas y tus huesos.  

No ha podido ser. El camino de Santiago tendrá que esperar hasta que te recompongas, te restablezcas. El destino no te quiere de andarina, te prefiere escribiendo, habrá que acatar los designios de la Providencia,y es que "el hombre propone y Dios dispone" y ahora toca esperar. . . Sí esperar. Esperar en la fría cama del Hospital, esperar que los días pasen pronto, esperar que las manos del Dr. estén acertadas y pueda sujetar con clavos, grapas y alfileres el puzle de tus huesos rotos, esperar que no pase de ti esta vez la suerte, esperar y no pensar. . . 

Nos pasamos la vida haciéndonos y nos deshacemos en un instante, en un tropiezo, y es que el andamiaje de la vida está apenas cogido con alfileres, nos guste o no, estamos en manos del azar, esa especie de lotería en la que todos participamos sin jugar; navegamos a merced de los vaivenes de las olas de la vida en un mar a veces en calma y encrespado a veces.

Es duro comprobar cuán frágil es la vida en carne propia, aceptar los reveses del destino; solo mitigados por la Gran muestra de SORORIDAD recibidas.

Ana, el camino de Santiago no procede, ahora hay que tomar otro camino, el de la recuperación, más largo y doloroso si cabe, y sin entrenar; como buena peregrina con tesón y sacrificio, para volver a ser lo que eras o lo más parecido a lo que se era, porque no hay que dejar de hacerse,

 pese  las vicisitudes de la vida. . . 

"Caer a veces es inevitable, levantarse siempre es Obligatorio"

Los huesos soldarán, las heridas cicatrizarán, los ánimos se recompondrán, los miedos...? No dejes que los miedos ganen la batalla.

Y a pesar de que el destino juega con nosotros, y va a seguir jugando, tenemos sueños y tenemos derecho a moldear nuestro propio destino o por lo menos a intentarlo... con permiso.

                   José Luis

  

         

                     Suerte. . .