Me duele mi brazo, me duele mi orgullo, me duele el alma.
Cuántas cosas ha hecho mi brazo a lo largo de mi vida...
ha acunado a mis hijas, ha ayudado a mis padres, ha acariciado a mi marido,
ha tejido mantitas de lana cuando estaban en camino todos los niños de mi familia o mis amigos, ha tejido suéteres, ha hecho password, punto de cruz,
ha confeccionado disfraces para mis hijas y cualquier manualidad que se le pusiera por delante, ha hecho las mejores paellas y los mejores dulces, en el trabajo ha acariciado a bebés recién nacidos y ha consolado a ancianos en su lecho de muerte.
Ahora, a estas alturas tengo que educar a mi brazo, recordarle todo lo que sabía hacer, enseñarle con mimos y cuidados, que otra vez tiene q ser mi gran aliado, con la valiosa ayuda de mi brazo izquierdo, que yo casi no era consciente que tenía un brazo izquierdo.
Con tesón, con voluntad y con una paciencia infinita, volveremos a ser una sola cosa, me volverá a responder, se hará el remolón, pero poco a poco el y yo lo conseguiremos.
Todo esto solo es posible gracias a la SORORIDAD, que palabra tan bonita, yo hasta hace muy poco tiempo no la había escuchado, y por supuesto no sabía su significado, pero ahora me ha inundado, ahora la estoy viviendo en mi día a día, es lo que me va a llevar hasta el final de mi recuperación.
Dicen que todo pasa por algo, yo todavía no se porque me ha pasado a mi, pero SI que ha servido para ser más consciente aún, de que soy una persona muy querida, por mis familiares, mis amigos, por la gran red de compañeras de trabajo que ahora son mis amigas, no mis compañeras, como con mi brazo izquierdo, tampoco era consciente de la gran cantidad de amor que fluye a mi alrededor.
Me han lavado el pelo estando encamada, me han traído la maceta mas bonita que encontraron con mis colores preferidos, eligieron las mejores frutas, las mejores galletas, el mejor libro, me han hecho Reiki a cualquier hora que lo demandaba, solo para que me quedara mas relajada, pero sobre todo, cada persona que venía a verme, lo hacía con amor, y eso se nota, yo he percibido cada gesto de amor hacia mi, me han acompañado cuando lo he requerido, y han respetado mis necesidades de estar sola. Eso dice mucho de toda la gente que me rodea.
Ya en mi casa, han seguido las muestras de amor, en forma de Tupperware, se ha inundado mi casa de esos cacharritos de plástico llenos de comida recién hecha, hecha con los mejores ingredientes, y con la dosis más grande de amor que se puede poner al cocinar, como se agradece, no sabéis cuanto, cuando estás sin ganas de comer, incapaz de hacer nada, ni tan siquiera tu aseo personal, tu cuidador está sobrepasado, saber que tienes un plato de la comida que más te apetece, solo para calentar, eso no tiene precio.
También en mi casa han respetado mis necesidades de estar sola, y han acudido a mi demanda de hacer tal o cual cosa.
No tengo palabras para mostrar mi agradecimiento y mi amor hacia todas vosotras, no se si me dará la vida, por muy larga que sea para devolver cada gesto, cada mimo, cada palabra de ánimo, y tanto, tanto, tanto amor como he recibido.
MUCHAS GRACIAS
Ana Vidal, Abril, 2016
