
Me gusta Septiembre, porque me gustan los comienzos, comienzos de curso, vuelta al trabajo, como en Enero, Septiembre es el mes de los buenos propósito: aprender un idioma, hacer un deporte, retomar viejas amistades, leer ese libro que nunca vemos el momento de comenzar...
Me gusta Septiembre porque es un buen mes para viajar, incluso para hacer veraneo de playa, no tenemos los rigores del clima de Agosto, y encuentras fácilmente mesa en el restaurante de moda, o puedes poner cómodamente la toalla en la playa.
Me gusta Septiembre porque los días bochornosos del verano van quedando atrás, las tardes son mas cortas, se intuye ya la llegada del otoño, mi estación favorita del año.
Supongo que también me gusta Septiembre porque es mi cumpleaños, (todos tenemos un especial apego al mes de nuestro nacimiento).
Para mi Septiembre es un mes para las cosas sencillas, estamos a caballo entre el verano y la navidad, es un mes sin fiestas en el calendario. Mis buenos propósitos serian hacer de la sencillez mi forma de vida.
Voy a tomarme la libertad (con permiso del autor) de transcribir unos párrafos que leí recientemente en una revista y que me cautivaron, me siento completamente identificada con ellos.
ELOGIO DE LA VIDA SENCILLA, Jesús Aguado
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La vida sencilla no tiene el prestigio de la vida complicada. La vida sencilla, que esta hecha de silencios, renuncias e intimidades, sucumbe casi siempre ante el empuje del ruido, el capricho y lo social. Una vida que imitara la sencillez natural de los pétalos, las nubes la grava, el escarabajo o la sombra (la de una mano sobre un muro encalado, la de un helecho sobre la curva del arroyo) nos parecería, en este desaforado mundo nuestro, una vida desvaída, sin brillo, desperdiciada: la vida de un fracasado o la de un santo, pero nunca la de un ser humano de provecho. Y, sin embargo, es la sencillez lo que da sentido a la existencia, lo que la limpia de ideas erróneas y de sentimientos parásitos, lo que la hace habitable y necesaria. Las aves y los peces son sencillos. El amor es sencillo (mas que el odio) y la verdad es sencilla (mas que la mentira). Un bosque es sencillo aunque nos perdamos en el, y perderse es sencillo aunque luego nos encontremos, y encontrarse es sencillo aunque luego a uno le cueste reconocerse en el espejo, y un espejo es sencillo aunque a su otro lado se abra un bosque impenetrable. Una vida sencilla no caza leones ni descubre las fuentes del Nilo, pero amansa las fieras interiores y, al hacerlo, consigue que todos los ríos, por caudalosos y remotos que sean, nazcan y desemboquen en nosotros. Una vida sencilla no saldrá en las portadas de los periódicos, pero sera invisible y secreta, el centro del universo.
Ana Magenta 1 de Septiembre del 2016